Art Surf Camp,
A Costa da Morte es una esquina en el rincón de un lugar que está al final de un continente. Un lugar duro pero al mismo tiempo maravilloso. Algunos dicen que es el fin del camino y para una cierta mayoría no es más que un gran desconocido. Sin embargo, para los muchos que sí la conocen, A Costa da Morte es un lugar repleto de sorpresas naturales, todas ellas repartidas entre su enrevesada costa, entre sus calas, cabos, montañas y rías. Un lugar que descubrir y del cual te vamos a mostrar 4 visitas que, para nosotros, son auténticamente imprescindibles.
Cabo de Fisterra
Quizás el lugar más representativo de toda A Costa da Morte por el hecho de que es el final del Camino de Santiago, con toda la popularidad y visitas que ha arrastrado esta ruta apostólica durante los últimos años. Sin embargo, su reputación de punto final ya viene de mucho más atrás, quizás desde la civilización romana o de culturas previas, que consideraron a este cabo el fin del mundo (de ahí su nombre, finis terrae).
Sin duda, el disfrutar de una puesta de sol en este famoso saliente en el que Galicia (otra vez más) se adentra y se fusiona con el Océano Atlántico es todo un lujo, uno de esos que en pocos lugares se puede disfrutar de igual manera.
Playa de Razo
Las playas de A Costa da Morte son paradisíacas, y de entre ellas nos quedamos, como no podía ser de otra forma, con nuestra queridísima playa de Razo, en el ayuntamiento de Carballo. Aquí, donde está nuestra escuela de surf, podrás disfrutar de un extensísimo arenal de más de 6 km con numerosos picos para surfear y aptos para diferentes niveles. Todo un santuario del surf en el que, por supuesto, nuestra escuela es toda una catedral.
Praia do Trece – Monte Branco
O Camiño dos Faros es otra de las rutas de senderismo más reputadas de Galicia (no todo va a ser el Camino de Santiago) y son más de 200 kilómetros de recorrido desde el faro de Malpica de Bergantiños hasta el faro de Fisterra, en un recorrido por la zona más dura, salvaje y océanica que tiene A Costa da Morte. En medio de ese trayecto, cerca de la localidad de Camariñas, se encuentra la Playa de O Trece y, en ella, la duna de Monte Branco. Este montículo de unos 130 metros, está cubierto en una de sus caras por arena procedente de la playa, en lo que supone la duna rampante más alta de toda Europa. Todo un espectáculo natural digno de presenciar.
Cascada de O Ézaro – Monte Pindo
En la zona más al sur de esa área del litoral galaico conocido como A Costa da Morte se encuentran los pueblos de O Ézaro, perteneciente al concello de Dumbría, y O Pindo, del concello de Carnota. La división entre ambos pueblos y concellos la forma la desembocadura del río Xallas, que se inicia en su fervenza y que es, de hecho, el único río de toda Europa que desemboca en cascada.
Y ahí no acaba todo, sino que al otro lado del río está el Monte Pindo, el Olimpo Celta, una cumbre de más de 600 metros que baja directamente al mar y que es uno de los picos más preciosos de toda la comunidad gallega. Entre ellos, también se encuentran las Pozas do Xallas, una especie de piscinas naturales de las que se puede disfrutar sin agobios de ningún tipo.
Además, a pocos kilómetros de O Pindo (unos seis) se encuentra también el arenal de Carnota, la playa más grande de toda Galicia y, aquí sí, donde nadie te podrá molestar si tú así lo quieres.