Art Surf Camp,
Hoy en el blog de Artsurfcamp queremos contarte algunas verdades sobre el surf que nadie suele decirte al principio. Si estás pensando en apuntarte a un curso o simplemente te pica la curiosidad por este deporte, esto te interesa.
Porque sí, el surf engancha… pero también duele, frustra y congela. Aquí van cinco cosas que deberías saber antes de lanzarte a por tu primera ola.

¿Sabías que un surfista solo surfea el 8% de su tiempo en el agua? El resto del tiempo se lo pasa remando y flotando en el mar esperando la serie. Hay muchas cosas sobre el surf que no sabemos o no nos cuentan, pero hay algunas básicas que debes saber antes de aprender a surfear, ¿listo?
Vas a pasar frío (y más de una vez)

Aunque el verano parezca la estación perfecta para aprender a surfear, la realidad es otra: las mejores olas en España llegan en otoño e invierno. Eso significa sesiones con temperaturas bajas, viento del norte y neoprenos mojados a las 8 de la mañana.
Si el frío no es lo tuyo, te costará. Pero si consigues superarlo, te aseguramos que tiene recompensa. Como dice el refrán: quien algo quiere, algo le cuesta. Y en el surf, cuesta. Bastante.
No, no vas a ligar más

Olvida el cliché del surfer guapo y bronceado rodeado de fans. Hoy en día todo el mundo surfea o conoce a alguien que lo hace, así que ya no es ninguna rareza. A no ser que seas simpático, buena persona y encima sepas coger olas, no esperes que el surf te convierta mágicamente en un imán social.
¿Quieres surfear para gustar más? Mal enfoque. ¿Quieres surfear porque te flipa el mar y te pone a prueba? Entonces estás en el buen camino
Te va a doler todo

Y no es exageración. Espalda, cuello, hombros, piernas… Hasta músculos que ni sabías que tenías. El surf exige fuerza, resistencia y movilidad, especialmente al principio, cuando todo son caídas y remadas eternas.
Pero también es cierto que el cuerpo se adapta. Si puedes, entrena fuera del agua: haz algo de natación, surfskate, yoga o ejercicios funcionales. Llegarás más lejos y te frustrarás menos.
Vas a necesitar mucha (pero mucha) paciencia

Esto es clave. El 92% del tiempo en el agua no estás surfeando. Estás remando, esperando la serie o recuperándote del último revolcón. Solo un 8% del tiempo real lo pasas encima de una tabla, intentando coger una ola.
¿Frustrante? Puede. ¿Formativo? Sin duda. El surf es una escuela de paciencia, y quien no la tenga, la aprende. Así que relájate, disfruta del mar y no esperes resultados inmediatos. Nadie se hace surfista en dos días.
Y sí, te vas a enamorar

No importa cuánto frío pases, lo torpes que se sientan tus primeros intentos o lo mucho que te duelan los brazos al volver a casa. El día que consigas ponerte de pie, aunque solo sea dos segundos sobre una ola, ese momento se queda contigo para siempre.
Y cuando cojas tu primera pared, cuando sientas que deslizas con velocidad y control sobre el agua… ahí ya no hay marcha atrás. Ese instante es el que lo cambia todo. El surf se convierte en parte de ti.