Art Surf Camp,
Hay una brisa ligera en tierra y apenas ni un alma en el agua. Olas glassy hasta la cintura que rompen dirección costa con series que se pierden en el horizonte. Quiero ponerme el neopreno y lanzarme al mar, ¡pero no puedo! No puedo porque estoy sentado a 200 kilómetros de distancia en una oficina, mirando las olas rompen en la pantalla de mi ordenador.
Este sentimiento es muy familiar para muchas de las más de 300.000 personas que practican surf en España. En muchas ocasiones, las perspectivas laborales son superiores en las ciudades del interior, como Madrid, que en las costeras de modo que muchas veces, si eres de los surfers que viven en el interior, te das cuenta de que el único tubo que puedes surfear es YouTube! Tu cuerpo se vuelve vago y lento por estar sentado delante del ordenador 40 horas a la semana. Comprobar las previsiones se convierte en una mezcla de placer y tortura que no puedes evitar. Con cientos de kilómetros entre tú y el spot más próximo, ¿cómo mantener vivo el espíritu surfer?
Persevera
Tu pareja se enrolla en una manta a ver la televisión, tus colegas están bebiendo cerveza en el bar, pero tú has elegido conducir más de 500 kilómetros al noroeste de Madrid y sumergirte en el gris Océano Atlántico. Para los surfistas, la disyuntiva entre conducir grandes distancias para ir a surfear o quedarse en casa es una tarea fácil. La cosa se complica cuando hay que planear el futuro…
En primer lugar, se necesita un coche ya que llevar un longboard en el tren no es precisamente una idea divertida. Además se necesita un poco de suerte ya que es frustrante empezar el viaje a sabiendas de que los 2 únicos días en los que puedes surfear el mar va a estar como un plato.
Ver las previsiones de swell es una razonable, en el fondo solo tienes que rezar para que las olas, el viento, las mareas y tu disponibilidad se junten…. La mayor parte de la gente no puede simplemente dejar todo y marcharse cuando las condiciones son óptimas.
Encuentra a otros surfers de ciudad
«No era capaz de quitare yo sola el traje así que tuve que buscarme colegas que me ayudaran» bromea Miguel, un surfer de Madrid de 33 años de edad que dejó su trabajo en Google en 2008 y se fue durante dos años a trabajar en un surf resort de Costa Rica. Cuando regresó a Madrid no quería que el surf desapareciera de su vida por lo que creó un club de surf para los madrileños que quieren surfear una vez al mes.
«Todo empezó simplemente como un grupo de amigos a los que a continuación se unieron los amigos de los amigos. Ahora somos alrededor de 300 miembros – no me había dado cuenta de la cantidad de aficionados al surf que hay en Madrid!»
Hay más clubes de surf en Madrid pero Miguel querían crear uno que valiera para todos los niveles – desde principiantes hasta pros.
«Los que viven en Madrid están dispuestos a hacer una escapada si la organizo con antelación. A menos que seas de los que arrancan para la costa solo cuando las condiciones son buenas, la mayoría se motivan más cuando tienen a otros con los que ir».
Una vez al mes Miguel organiza viajes desde Madrid saliendo los viernes por la tarde en coche compartidos. Unos nueve miembros viajan a través dirección noroeste de la Península Ibérica para un par de días de surf y desconexión. Las comidas se suelen compartir en grupo y para dormir el Art Surf Camp en Razo.
«Es bastante característico el prototipo de persona que se reta a si misma a aprender a surfear. Son, generalmente, gente cool, relajada y que acepta cualquier situación. También se necesita un buen sentido del humor! Supongo que es por eso que todos llevamos tan bien».
Mantén tu forma física
La parte más difícil de ser un surfer de ciudad es mantener la forma. Es bastante tentador volver a casa después del trabajo y simplemente abrirte una cerveza y ponerte el último episodio de Juego de Tronos. Pero créeme, a nadie le gusta sentirse como un saco de patatas la próxima vez que te metas al agua.
La natación es un deporte que, obviamente, ayuda a mantenerse en forma, sin embargo no todos los surfers la practican. Las piscinas locales suelen ser baratas y te ayudarán a prevenir esa sensación de brazos de espagueti de brazo que se tiene después de un mes en tierra firme.
El yoga es otra opción probada y comprobada. Una hora y media de ejercicios en los que poner el cuerpo en posiciones incómodas podría sonar como un infierno, sin embargo ayuda a mejorar la flexibilidad y evita dolores musculares al día siguiente.
Sumérgete la cultura del surf de ciudad
En una ciudad grande y abierta como Madrid se puede encontrar focos de la cultura surf, simplemente tienes que saber dónde buscar.
A finales del mes de mayo se celebra el Madrid Surf Film Festival que tiene lugar en el Matadero de Madrid. Es un evento de tres días de proyecciones de películas, exposiciones de arte y más cosas relacionadas con la cultura surf.