Art Surf Camp,
El surf es un deporte y estilo de vida en auge. Año tras año cientos de nuevas personas vienen a nuestra escuela de surf y campamento de surf animados a empezar con este deporte que engancha tanto.
Prueba de todo ello son los innumerables surf camps que proliferan por las playas de nuestras costas que reciben olas con regularidad. A pesar de que el número de escuelas de surf se ha multiplicado en los últimos años son tantos los nuevos alumnos que hay cada año que casi todas salen adelante y cada una coge su parte del pastel.
Pero este exceso de demanda y oferta también tiene su contrapunto. Debido a la saturación de alumnos que hay especialmente en verano se requiere, en muchas ocasiones, de la contratación urgente de nuevos instructores que muchas veces no están debidamente preparados o no tienen la experiencia suficiente para ofrecer el mejor servicio.
Cómo elegir un buen instructor de surf
El surf no es un deporte fácil, es muy sacrificado y técnico. Además, se realiza en un entorno cambiante y no exento de peligros por lo que la seguridad debe ser siempre la prioridad para escuelas e instructores.
Es importante elegir una buena escuela para tu curso de surf, es decir, una escuela de surf que tenga el mejor material y todos los seguros en regla, algo fundamental en caso de accidente. Así mismo, es también importante la elección del monitor de la escuela que te va a dar las clases. Tener un buen monitor puede marcar la diferencia entre amar el surf y engancharse a este deporte o tirar la toalla después de la primera clase.
Cómo debería ser un buen instructor de surf
No busques buenos surfistas, quieres buenos profesores
No es lo mismo ser un buen surfer que un buen instructor de surf. Hacer bien algo es una cosa y saber enseñarlo es otra. Es común que todos los veranos muchos buenos surfistas se ponen a dar clases en alguna escuela local con el objetivo de sacar un dinero extra. Ser instructor es una profesión y si no se entiende como tal es difícil que se pueda hacer bien. Para ser un buen instructor te tiene que gustar dar clase y disfrutar con ello. Si solo lo haces para sacarte unos euros extra no le aportarás a tus alumnos esa “magia” que aporta todo buen profesor.
Los instructores con experiencia, curtidos en mil batallas y que quizás hayan tenido que sacar a más de un alumno de algún que otro apuro son los que debes escoger.
Un instructor con experiencia sabe cuándo apretar a sus alumnos y exigirles, sabe leer el mar y evita los peligros, sabe qué ejercicios funcionan y cuáles no, sabe lo que necesita cada alumno después del primer minuto con ellos.
No a los instructores presumidos
Un monitor debe meterse en el agua con los alumnos y estar a su lado todo momento para darles seguridad y confianza. Incluso es interesante que los instructores se metan con aletas para nadar más rápido junto a sus alumnos mientras surfean.
Y luego están los instructores presumidos que no se han enterado que el alumno paga para que el instructor les vea surfear a ellos y no al revés.
El lucimiento delante de los alumnos en el agua no les aporta nada más que engordar su ego y hacerles perder su tiempo y dinero. Ya sé que hay días que hay tan buenas olas que cuesta mucho estar en la orilla cogiendo espumas, pero un buen instructor sabe centrarse solo en sus alumnos que deben ser siempre su prioridad. El día es muy largo para el que sabe esperar.
Un poco de psicología
Como hemos dicho antes el surf es un deporte fantástico, pero también duro.
Hay 3 sentimientos que pueden invadir a cualquier alumno durante su aprendizaje; el miedo, el cansancio y la frustración. Un buen monitor debe saber cómo lidiar con ellos para evitar que su alumno tire la toalla.
Miedo
A lo mejor las olas no dan miedo desde la orilla, pero cuando estás dentro del mar con el agua al cuello o en la cresta de la ola decidiendo si vas o no vas la cosa puede cambiar. Todo buen instructor debe saber entender ese sentimiento y ofrecer seguridad y confianza.
Agotamiento
El surf es un deporte muy físico en el que ejercitas todos y cada uno de los músculos de tu cuerpo. Saber cuándo parar o bajar el ritmo es importante. Motivar al alumno para que se esfuerce es necesario para surfear las olas, pero llevar a los alumnos al límite puede ser contraproducente.
Frustración
El surf no es un deporte fácil. Por eso cuando coges tu primera ola el subidón es tan grande. Pero ese camino hacia tu primera ola pudo haber estado lleno de frustraciones, de múltiples intentos fallidos de ponerte de pie que te han hecho pensar que el surfing no era para ti. Un buen instructor debe ser capaz de hacerte entender que el único camino hacia el éxito es el fracaso y cada vez que te caes estás más cerca de conseguirlo. Un buen instructor de surf transforma la frustración en motivación.