Art Surf Camp,
El surf moderno ya casi tiene un siglo de antigüedad, pero los origines de este deporte se pierden en las ancestrales tradiciones de algunos pueblos polinesios.
La llegada de turistas, sobre todo estadounidenses a Hawaii en los primeros años del siglo pasado, hizo que el surf se popularizase y su práctica se extendiese a las playas de Australia y California. Esto consiguió que la fabricación de tablas evolucionase enormemente con la aplicación de métodos derivados de la industria en pleno auge en esos momentos, sobre todo después de la II Guerra Mundial.
De las primitivas tablas de madera que usaban los isleños polinesios, se fue pasando poco a poco a tablas fabricadas con otras formas más aerodinámicas y a otros materiales más flexibles, buscando un mejor deslizamiento sobre las olas. Se pasó de las tablas con la parte trasera recta y el frontal elíptico a las tablas con las formas que más o menos conocemos hoy en día, aunque de gran tamaño. También se emplearon distintos tipos de madera, hasta que aparecieron las primeras tablas con revestimientos de fibra de vidrio, resina o poliestireno, que permiten un mejor deslizamiento de la misma en el agua.
Pero la revolución de la modernización de las tablas la llevaron a cabo cuatro californianos que, en 1947, diseñaron la tabla Malibú. Estas tablas, características por su forma de pico y su quilla, redujeron el peso considerablemente y se hicieron muy populares en aquellos días. Estas son las tablas antecesoras de las que vemos actualmente en todas las playas del mundo y que solamente han sufrido pequeñas variaciones de tamaño y materiales de construcción a lo largo de los años.