Art Surf Camp,
Cualquiera que piense en aprender a surfear debe saber que no se trata simplemente de coger olas. Como dice la expresión, only a surfer knows the feeling. No se trata solo de remar, ponerse en pie y coger la ola, es mucho, mucho más que eso.
La anticipación, la emoción, la alegría, el miedo y la humildad son algunas de las emociones que los surfistas sienten cualquier día. Anticiparse al próximo gran swell, dominar a las poderosas fuerzas de la madre naturaleza o incluso la sensación de humildad después de ser tirado como un muñeco de trapo. La enorme alegría que se siente al ver a tus amigos en una ola increíble. Todo forma parte del desafiante pero profundamente satisfactorio estilo de vida de surf.
Desde una perspectiva de bienestar, el surf no sólo te ayuda a mantenerte en forma física y sentirte sano, también puede ser una forma de meditación, con los beneficios asociados, incluyendo el aumento de la felicidad y la concentración. Remar en medio del océano ofrece una conexión con la madre naturaleza, así como un escape al estrés y el bullicio de la vida cotidiana. Sentir el flow mientras coges una ola, tener conciencia plena de donde estás y de tus sentidos es una sensación muy agradable liberadora.
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Se necesita un poco de coraje para salir de la zona de confort pero ralentizar su rollo. No decimos que surfear la ola más grande que puedas encontrar es lo que se necesita para ser aventurero. Simplemente asumiendo cualquier nuevo desafío puede ser considerado un acto de valentía. Al igual que aprender una nueva habilidad o deporte, probar algo por primera vez puede ser aterrador, frustrante e, incluso, intimidante. El temor a lo desconocido e impredecible suele ser lo que nos impide dar el primer paso.
Aprender a surfear no es una excepción, las experiencias únicas, las nuevas percepciones y los resultados positivos que vienen con solo intentar aprender pueden ofrecer a la gente una vida que nunca imaginaron. El surf es un desafío tanto físico como mental, además, puede implicar llevar una vida emocionante de aventuras y viajes. Es fuente de inspiración para descubrir la belleza natural de la Tierra. Es también es una manera garantizada de conocer gente nueva de todo el mundo así como de aprender sobre diferentes culturas y desarrollar amistades genuinas con personas que comparten una pasión en común.
¿Vale la pena intentarlo? ¡Desde luego! La otra cara de hacer algo temeroso es la sensación de crecimiento personal y auto-descubrimiento.
Todo es parte de la osada aventura. Y nunca lo sabrás a menos que lo intentes.